No sé vosotros, pero contradiciendo a los políticos, yo no
salgo de esta crisis ni a tiros…
Y ahora que llega el veranito con el buen tiempo, la
piscina, los anuncios de viajes (incluyendo los “subliminales” en los telediarios),
me pongo histérica y rabiosa al ver mi cruda realidad y tener que quedarme en
casa en plan IKEA: prepararme la playa en plan DIY en mi piso porque no puedo
gastarme ni un céntimo en unas vacaciones.
Así que me he decidido a plantearme/plantearos alternativas
quizás no tan interesantes, ni tan eficaces, pero que seguro nos ayudarán a
desconectar de la rutina:
- Retomar ese hobby que has tenido que aparcar porque el tiemo no nos dá para todo:Yo tengo que ponerme al día con el blog. Es algo que me encanta pero a veces la inspiración me abandona, o llego a casa rendida del trabajo y lo único que me apetece hacer es tumbarme en el sofá.
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- Empezar un hobby nuevo, ese que siempre habías querido hacer pero no tenías tiempo o ganas en un determinado momento. Hay muchísimas cosas: cocina, pastelería, coctelería, punto, ganchillo, pintura, escultura, decoración, jardinería, bricolaje, fotografía... No hace falta ningún curso de iniciación, simplemente tener muchas ganas e internet, y buscar tutoriales que nos pueda ofrecer internet, youtube o los blogs (como el de una servidora, aunque sean poquitos todavía). Así empecé yo con el ganchillo y ahora no hay quien me quite las agujas de las manos.
En mi caso, la fotografía es mi asignatura pendiente. Tengo una cámara digital normal y sólo la he utilizado para los viajes, pero siempre he querido sacarle partido y mostrar más cosas, así que me he apuntado a un par de cursos: uno de fotografía gracias a El Perro de Papel y otro de retoque fotográfico con Pixlr gracias a Miss Lavanda
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- Practicar deporte: Ahora que luce el sol y hace calorcete, no tenemos excusas. Ir simplemente a dar un paseo, ir a las piscinas municipales a hacer unos largos, salir a practicar jogging, desempolvar la bici.... Es una actividad sana, que aumenta nuestras endorfinas y nos hace sentir activos, felices y hasta nos hace olvidar muchos problemas (al menos durante un tiempo).
Yo me he planteado ir a trabajar en bici, la verdad es que la tengo escondida en mi trastero. No, esta vez no es por vaga, lo prometo, pero me da pánico (sí, pánico) ir por la carretera y no me gusta ir por las aceras (además de que creo que me podrían multar) para no atropellar a algún despistad@ con el móvil, jeje.
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- Visitar tu propia ciudad como si fueras "guiri": Cámara en mano, muéstrale al mundo lo bonita que es tu ciudad, sus lugares con encanto, edificios poco comunes, ese restaurante triple B (bueno, bonito y barato), el parque al que te gusta ir a tomar ese café/té/cerveza y desconectar (o leer)...
Damos por sentado que nuestra ciudad es simple, que no tiene ningún atractivo, hasta que viene alguien de fuera y vemos que se sorprenden con cosas que nosotros las vemos cada día y no nos fijamos en su belleza. Simplemente hay que cambiar el chip y mostrarle al mundo (o a nosotr@s mism@s) la belleza de nuestro "hábitat".
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- Un picnic en el parque: Es una de las principales en mi lista. Mantita en mano, con tu cesta en plan caperucita (sí, soy cursi, lo reconozco) y los tupperwares (fiambreras para las que hablamos español "antiguo") o una parrilla si está permitido, y pasar el día tranquilamente escuchando... nada? o más bien a la naturaleza.
Cerca de logroño tenemos dos lugares, y aunque parezca una tontería, me encantaría pasar un día completo de picnic en uno de ellos: el Parque del Iregua (mi favorito). ¿Lo malo? Que este lugar es muy conocido y se llena de gente cada fín de semana, pero qué le vamos a hacer, pues disfrutarlo igualmente.
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Próximamente la segunda entrega, espero que os haya dado ideas para disfrutar un poco frente a esta puñetera crisis
