Pues lo dicho, que soy fan de guardar todo tipo de botes (y botellas) con una forma que se salga un poco de lo normal y darles un pequeño toque especial.
De modo que con un poco de paciencia para que lleguen a mí, y un poquito de tiempo, he preparado estos tres (aunque ya os digo que tengo uno que está esperando a que me venga la inspiración).
Este primero que os presento es muy sencillo. Es un bote de yogur (o mousse de chocolate) al que le he puesto fabric tape (cinta de tela con adhesivo) alrededor. Si no tenéis este material, otra opción es ponerle una puntilla con cola (diluida o no) o pegamento. El uso? A mí me está pidiendo una velita dentro para esas veladas románticas, jeje.
Para este segundo, utilicé un frasco de yogur un poco más clásico, dos washi tapes distintos pero a juego y un poco de cuerda. Si no tenéis washi tape, podéis utilizar una servilleta con algún dibujo o patrón bonito y cola diluida para pegarlo (es un poco más pringoso, pero el resultado es el mismo) y si no tenéis cuerda, la lana puede ser también un buen aliado.
Para el último, ahí tengo que decir que no he sido para nada original, sino una envidiosa. Hace mucho que está de moda la decoración shabby chic y uno de los elementos estrella son este tipo de jarrones, así que con muuucha paciencia y armada de cuerda (o lana) y pegamento (todavía tengo restos en las manos, me parece que voy a comprar un buen disolvente para estos temas) he ido pegando la cuerda cada poco y dándole vueltas de abajo a arriba (aunque podéis hacerlo de arriba a abajo, eso es decisión de cada un@) me ha quedado este florero tan sencillo a la vez que bonito (la verdad es que me "chifla").
Un besito a tod@s y ya sabéis, viva el reciclaje "bonitista"!